Historia de la Copa

34ª Copa

33ª Copa, Valencia 2010

§ Equipos

32ª Copa, Valencia 2007

31ª Copa, NZL 2003

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Algunas cifras de interés

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Este torneo, además de requerir el elenco de normas de las regatas de vela, se particulariza por dos grandes aspectos; el modo como se conduce la competición (en todos los niveles) y la publicidad que da a cada detalle de la reglamentación. La Copa es uno de los pocos torneos naúticos que se disputa, de manera exclusiva, en regatas singulares, también llamadas “match race”; esto es, que sólo se establece la regata con dos equipos. De este modo, la Copa se lucha en un sistema de liga bastante duro. En la Copa resulta habitual que cada equipo se dedique casi de manera exclusiva a esta competición. Algunos equipos invierten hasta tres o cuatro años en preparar su participación. Para la 32ª (Valencia), se introdujo una novedad: las regatas de flota. Durante dos años, los doce equipos inscritos en la 32ª Copa habían regateado en formato todos contra todos, y también uno contra uno. Sin embargo, para la fase decisiva (liguillas, semifinales y final), sólo se empleó la regata “match race”.
Este formato “match race” se divide en cuatro mangas: dos contra el viento (ceñida) y dos con el viento a favor (empopada). Se empieza en ceñida, tras un pequeño forcejeo entre los dos barcos conocido como presalida. Durante la presalida, cada barco intenta obligar al otro a perder la posición favorable o penalizarse. Antes de 2007, había seis mangas; pero se optó por el recorrido de cuatro mangas para evitar saturación en los equipos y en el espectáculo. El recorrido se muestra en el gráfico de la derecha y abarca una distancia aproximada de 3,3 millas náuticas para la primera y última mangas, y 3 millas náuticas para la segunda y tercera.

Hasta el año 2007, la Copa del América se divide en dos grandes partes; la Copa Louis Vuitton y la Defensa de la Copa propiamente dicha. En la primera etapa, que constituye en sí un torneo, se dan cita todos los aspirantes (desde 1983 acudieron entre ocho y trece equipos venidos de Australia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Nueva Zelanda o Suiza). Se establece entonces una liga a dos, tres o cuatro vueltas (según las normas de cada edición) entre todos los equipos, excepto el campeón, que ya está clasificado para la Defensa (la finalísima). En cada vuelta de la liguilla, la puntuación por la victoria puede ser distinta. Por ejemplo, de menos a más conforme avanza la competición en 1999-2000; o siempre dos puntos por victoria en 2007. De la primera manera, un equipo que gane diez regatas (al final) tendrá más puntos que otro que gane quince (al principio). Esto tiene una gran relación con el espíritu del torneo, que consiste en arriesgar siempre al máximo y poder llegar al final mejor que el resto. En la campaña 2002-2003 los dos “round robin” contaban con igual puntuación por victoria (un punto). En la 33ª edición, no hay serie de desafiantes, y sólo se disputa la Defensa de la Copa.

A modo de inciso, realizaremos una precisión terminológica. Tradicionalmente, la nomenclatura oficial para la Defensa de la Copa ha sido America’s Cup Challenge, como hacemos notar en este sitio web. Sin embargo, para la 32ª Copa, los organizadores preferieron cambiar el nombre y dejarlo como “America’s Cup Match”. Asimismo, la denominación española propia se ha dejado de usar durante esa edición. En vez de Copa América, los organizadores, patrocinadores y colaboradores oficiales han optado por emplear la forma “America’s Cup”. De este modo, han logrado consonancia con el nombre de dominio de la web oficial.

Tras la liga, los equipos con menos puntos vuelven a casa y los de mejor puntuación (seis en la Copa Vuitton 1999-2000, ocho en 2002-2003, cuatro en 2007, 1995 y 1992) continúan con la semifinal. Las semifinales pueden funcionar con un sistema de liga a una sola ronda o bien con un sistema de eliminatorias a siete o nueve regatas. Esta segunda opción ha sido la de 2003 y siguió vigente en 2007. Los dos mejores semifinalistas se juegan la Copa Louis Vuitton a nueve regatas; y el que gane, aparte de conseguir el torneo Vuitton, se convierte en el Contrincante de la Copa (Desafiante o Challenger en la nomenclatura oficial). Luego —también a nueve regatas— se procede a la Defensa de la Copa del América entre el Desafiante y el anterior campeón, que, mientras se han disputado todas estas regatas, se ha dedicado sólo a entrenar y llega en plenitud de condiciones. Sin embargo, el Desafiante accede a la Final con un nivel de entrenamiento muy alto, y suele demostrar un comportamiento más hecho al campo de regatas. Cuatro campeones de la Louis Vuitton han arrebatado la Copa al Defensor. Sólo los italianos han perdido la Final de la Copa, tras ganar la Louis Vuitton. Antes de la implantación de este torneo, todos los Desafiantes perdían en la Defensa.

En las regatas hay dos claves esenciales; el material de que se dispone —y el punto al que se quiere llegar de riesgo— y la pericia —agallas, experiencia, intuición, etc.— de los marineros. Respecto a lo primero, está claro que no es lo mismo disponer de 10 millones de euros que de 70; pero en lo que toca a lo segundo es otro cantar. Ambas circunstancias se llegan a identificar en el día a día del torneo. Durante ediciones como la de 1995, 2000 y 2003 muchas regatas se decidieron por el abandono forzoso de un barco debido a accidentes a bordo; rotura de velas, de aparejo diverso, de mástil o incluso del mismo casco. En otro casos, como fue el de la final, un equipo puede ver su espináker roto, pero saber reponerlo sobre la marcha y ganar. Por otra parte, el coraje o su ausencia en el patrón o sus ayudantes puede resultar decisivo; es el motivo por que Italia ha perdido sus dos finales. En la Defensa de 2000, Francesco de Angelis, el patrón italiano, decidió virar su barco a babor y ceder el paso al contrincante —en preferencia de paso—, en vez de virar a estribor y así intentar desventarlo. Por eso, un hombre como Coutts pudo ganar tres Defensas seguidas.


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